domingo, 16 de agosto de 2015

Examen físico de las extremidades

Las extremidades


Se llaman extremidades o miembros a los órganos externos, articulados con el tronco, que cumplen funciones de locomoción, vuelo o manipulación de objetos.

Tratándose del cuerpo humano, las extremidades son los miembros superiores o torácicos y los miembros inferiores o pelvianos, que en lenguaje coloquial constituyen los brazos y piernas respectivamente. No obstante, en sentido estricto —anatómico— brazo y pierna no son sino dos segmentos más de los que componen el miembro superior e inferior.

Inspección




Atenderemos la asimetría, si existe alguna deformidad, atrofia, edema, así mismo observaremos el desarrollo muscular y esquelético, el estado de las manos, los dedos, y las unas. También si hay temblor.

Examen de extremidad inferior. Posición, las piernas deben examinarse en ambas posiciones, de pie, para la  marcha y acostada.

Obsérvese primero la piel, vigílese su color e investíguese la presencia de ulceras o pigmentaciones.

Sepárese los dedos de los pies para observar los espacios interdigitales en busca de epidermofitosis. Tiene gran importancia el color de la piel estando el pie elevado, horizontal y en declive. La palidez de la piel en posición elevada y la sufusión con sangre cuando está pendiente constituyen una de las primeras manifestaciones de arterosclerosis periférica.

Examínese al paciente sentado, en busca de dilataciones varicosas. El edema se descubre por la cavidad que queda después de comprimir fuertemente con la punta del dedo el tejido contra la cara interna de la tibia inmediatamente por encima del tobillo.

Palpación




Para la palpación del miembro inferior, compárese las temperaturas de la piel del pie, parte baja de la pierna y muslo. El paciente tiene que estar en decúbito.

Valorar movimientos de las articulaciones ,reflejos,tríceps, radial, valorar temperatura y humedad de las manos, valoración de la fuerza de la mano.



Reflejo de los cuádriceps, se pide al paciente que se siente en una silla no muy alta, la percusión del tendón rotuliano provoca la brusca contracción de los cuádriceps. Reflejo del tríceps sural, se pide al paciente ponerse de pie con el pie flexionado y se percute el tendón del Aquiles provocando la contracción del musculo tríceps sural.


Tanto en los miembros superiores  como inferiores podemos encontrar 4 pulsos arteriales:

Extremidades superiores:

Pulso axilar:

Eleve el brazo en rotación externa hasta un ángulo de 90° con la pared torácica. Palpe en el hueco axilar, sobre una línea que va desde el punto medio de la clavícula a otro situado bajo las inserciones del pectoral mayor.

Pulso humeral o braquial:



 Con el antebrazo del sujeto ligeramente flexionado sobre el brazo, palpe con los dedos a lo largo del borde interno del bíceps, sobre el tercio inferior del brazo. 

Pulso cubital:

Se palpa en la superficie palmar de la articulación de la muñeca, por arriba y por fuera del hueso pisiforme.

 Pulso radial:


 La mano del examinado se coloca ligeramente inclinada hacia dentro y la mano del observador formando una pinza con los tres dedos medios en la cara ventral de la muñeca, sobre la corredera del palmar mayor, y el pulgar colocado en la cara dorsal de la muñeca.

Extremidades inferiores:
 Pulso femoral:


 Es fácil de encontrar a nivel de la ingle, justamente a la altura del ligamento de Poupart o en el triángulo de Scarpa.

Pulso poplíteo:



Se palpa en la región poplítea. Se encuentra fácilmente flexionando la pierna sobre el muslo, con el sujeto en decúbito prono.

 Pulso tibial posterior:



Debe ser buscado en el canal retromaleolar interno.

Pulso pedio:



Puede ser localizado en el dorso del pie por fuera del tendón del extensor propio del 1º dedo. Se utilizarán 2 ó 3 dedos para buscar el pulso. Puede estar ausente en un 5 a un 10% de casos considerados normales y por el contrario, se puede hallar un buen pulso pedio en una aterosclerosis.

Mensuración:



En las extremidades inferiores se mide desde la espina iliaca antero superior hasta el maléolo externo, se mide de forma comparativa ambas extremidades, pues un desnivel de 1 cm. Puede presentar dolor lumbar, escoliosis y marcha anormal.

Lesiones de comunes en las extremidades

Signos básicos de inflamación: 


Los signos clásicos de las inflaciones son: el tumor, dolor, calor, rubor y la pérdida de función; todos ellos existen en la mano infectada, eje en el tejido conectivo denso de los dedos y de las palmas tienden a limitar la infección, lo cual puede producir dolor intenso.

Panadizo:




Se trata de una inflamación supurada aguda limitada a la pulpa de la punta del dedo. La infección suele llegar a esta región cerrada por una punción o una herida sin importancia. Las paredes de este espacio son tan resistentes que en su interior aumenta rápidamente la tensión y el dolor es intenso y pulsátil, sobre todo cuando el paciente pone el dedo en posición en declive.
Paroniquia:



Consiste en la infección que se inicia en la piel de la uña. Hay hinchazón y enrojecimiento de la piel alrededor de los lados y la base de la uña, que tiene color rojo, esta inflamada y es muy dolorosa.

Ántrax de la mano:


Es muy particular y se caracteriza por presentar un centro necrótico central del cual sale pus por varias aberturas.Es una infección cutánea por estafilococos formada por una agrupación de forúnculos con extensión de la infección al tejido subcutáneo.

Abscesos subcutáneos:



Pueden producirse en el dorso de los dedos o en las bolsas grasas de la cara palmar de los mismos.

Infecciones por mordeduras humanas:



 Los microrganismos de la boca producen infecciones anaerobias pútridas progresivas. A menos que se descubran y traten de inmediato, una herida sin importancia puede causar perdida de la mano o del brazo por celulitis anaerobia gangrenosa invasora. Puede haber signos de linfangitis, y a veces la lesión inicial exuda líquido pútrido. La piel tiene un tono violáceo peculiar que indica el carácter de la infección necrosantes que diseca las estructuras.

Tenosinovitis:



 las vainas tendinosas del dedo meñique y del pulgar se hallan casi siempre en relación con las vainas o bolsas tendinosas que pasan por debajo del ligamento anular hasta un punto inmediatamente por encima de la articulación de la muñeca. La vaina del dedo meñique suele comunicar con la bolsa cubital y la del pulgar se continúa con la vaina radial, de manera que el pus que se halla en una de ellas penetra fácilmente en la otra. El pus en las vainas tendinosas de los demás dedos, aunque no están en comunicación directa con los espacios aponeuróticos de la palma de la mano, puede extenderse a ellos. Las infecciones del dedo índice se abren en el espacio tenar, las del dedo medio y anular en el espacio palmar medio.


Infección del espacio palmar medio:


La temperatura suele estar elevada hasta 39.5 o 40c.la palma de la mano esta muy dolorosa, con la concavidad desaparecida. Los dedos se mantienen en flexión, pero menos rígida que en caso de infección de la vaina de los tendones flexores y también hay menos dolor al mover los dedos.

Linfangitis:



El origen de la infección puede o no ser clara o resultar imposible de determinar, quizá se trate de un arañaso, una ampolla o de una infección plenamente desarrollada de la mano.

Sindactilia:



Dos o más dedos están unidos por una membrana, que a veces es muy delgada y otras tienen todo el espesor de un dedo.

Polidactilia:



Esta anomalía congénita se caracteriza por la presencia de dedos suplementarios en manos o pies. Tiene tendencia a ser familiar.

Callos:



Es un endurecimiento adquirido de la piel causado por la presión o fricción prolongada sobre la misma contra una eminencia ósea. Es común, en la mano, en la cara palmar de la base de los dedos.

Melanomas:


Estos tumores pueden aparecer en la mano o en el pie como en cualquier otra localización. A veces se observan en los dedos o por debajo de las uñas de manos y pies. Aparecen en forma de tumores planos o ligeramente elevados de color azul negruzco o pardo. El tumor maligno mas frecuente de la extremidad inferior es el melanocarcinoma.

Contractura de Dupuytren:


Este estado muy particular se caracteriza por la contractura en flexión del dedo medio o anular, con engrosamiento de la aponeurosis palmar por encima de los tendones del dedo afectado. La piel acaba presentando arrugas y surcos a consecuencia del engrosamiento y contractura de la aponeurosis palmar. Esta afección se observa con mayor frecuencia en pacientes alcohólicos, con cirrosis hepática y diabetes.

Dedo en martillo:


Esta lesión resulta de una hiperflexión brusca y violenta de la punta del dedo, como por ejemplo cuando una pelota de beisbol pega en dicha punta. El tendón extensor se desgarra, de manera que el paciente no puede extender la última articulación interfalángica.



Contractura isquémica de Volkman:


Una lesión de la extremidad superior puede ir seguida de contractura deformante en flexión si el riego sanguíneo ha sido dificultado por edema. Los dedos tienden a estar flexionados, pero pueden extenderse parcialmente si se flexiona la muñeca. En los casos extremos puede llegar a producirse “mano en garra”.

Bursitis subacromial:




La bolsa que hay debajo del musculo deltoides esta inflamada y y puede ser asiento de adherencia y calcificación. La abducción y la rotación externa del brazo están limitadas. El paciente apenas puede mover el brazo a nivel de la articulación del hombro

Bursitis del olecranon:


 Fácil de reconocer en forma de hinchazón constante y dolorosa por encima del olecranon.

Codo de tenista:


 Se halla a nivel del epicondilo del humero, pero en realidad esta en la articulación radiohumeral.

Absceso axilar:



Es muy común. La lesión suele ser secundaria a furunculosis. Puede producirse después de usar depilatorio. En ocasiones, una adenitis axilar supura y forma un absceso.

Epidermofitosis:



 las manifestaciones mas corrientes de esta enfermedad son tan frecuentes son el engrosamiento de la piel entre los dedos de los pies, que se vuelve blanca y blanquecina, una erupción escamosa de la piel y pequeñas vesículas cutáneas profundas. El síntoma fundamental es el escozor intenso. Son complicaciones frecuentes las linfangitis las infecciones secundarias

Uña encarnada:


Solo se produce en el dedo gordo del pie, las partes blandas tienen presión sobre el borde curvo de la uña y se vuelven rojas, hinchadas e infectadas.


Infecciones del pie:


La mayor parte de infecciones profundas del pie guardan relación con insuficiencia arterial y cierto grado de gangrena.

Pie forzado o plano:




El dolor se refiere a la parte interna del pie y es de carácter urgente. El paciente puede quejarse del dolor en la espalda, la rodilla, causado por la mala posición que suele acompañar al pie forzado.

Metatarsalgia:


Se caracteriza por colapso del arco transverso, formado por las cabezas de los metatarsianos. La consecuencia de ello es la compresión de los nervios plantares, que origina dolores intensos por crisis, que se refieren a la base del cuarto dedo. Esta afección se presenta con mayor frecuencia en corredores seguido de las mujeres que usan tacones altos. Muchas veces obliga al paciente a quitarse el zapato para lograr alivio. La presión transversal ejercida a nivel del arco transverso desencadena el dolor. El arco longitudinal puede estar perfectamente normal.

Fractura de esfuerzo:

Suele producirse en el cuerpo del segundo o tercer metatarsiano, sin antecedente de lesión alguna.

Osteocondritis:



La necrosis aséptica del escafoides tarsiano o de la cabeza del segundo metatarsiano es una causa obscura de dolor en el pie.

Verrugas plantares:



Esta lesión dolorosa se observa en la planta del pie del talón o en la región de las cabezas de los metatarsianos. Se distingue del callo por su hipersensibilidad y por el hecho de que el callo puede extirparse fácilmente mientras una verruga dolorosa penetra profundamente en la piel.

Hallux valgus:



El aspecto característico consiste en que el dedo gordo del pie esta girado hacia afuera. Cuando la bolsa que recubre el primer metatarsiano se inflama, dícese que hay un “juanete hinchado”.
Hallux varus


Enfermedad de Charcot:



Primer signo inseguridad de la articulación, los movimientos anormales y la hinchazón de la región.

Articulaciones hemofílicas:



 los pacientes son siempre de sexo masculino, generalmente de menos de quince años de edad, las articulaciones mas corrientemente afectadas son las rodillas, pero el trastorno también puede presentarse en codos, tobillos, caderas y hombros.


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