Las extremidades
Se llaman extremidades o miembros a los órganos externos,
articulados con el tronco, que cumplen funciones de locomoción, vuelo o manipulación
de objetos.
Tratándose del cuerpo humano, las extremidades son los
miembros superiores o torácicos y los miembros inferiores o pelvianos, que en
lenguaje coloquial constituyen los brazos y piernas respectivamente. No
obstante, en sentido estricto —anatómico— brazo y pierna no son sino dos
segmentos más de los que componen el miembro superior e inferior.
Inspección
Atenderemos la asimetría, si existe alguna deformidad,
atrofia, edema, así mismo observaremos el desarrollo muscular y esquelético, el
estado de las manos, los dedos, y las unas. También si hay temblor.
Examen de extremidad inferior. Posición, las piernas deben
examinarse en ambas posiciones, de pie, para la marcha y acostada.
Obsérvese primero la piel, vigílese su color e
investíguese la presencia de ulceras o pigmentaciones.
Sepárese los dedos de los pies para observar los espacios
interdigitales en busca de epidermofitosis. Tiene gran importancia el color de
la piel estando el pie elevado, horizontal y en declive. La palidez de la piel
en posición elevada y la sufusión con sangre cuando está pendiente constituyen
una de las primeras manifestaciones de arterosclerosis periférica.
Examínese al paciente sentado, en busca de dilataciones
varicosas. El edema se descubre por la cavidad que queda después de comprimir
fuertemente con la punta del dedo el tejido contra la cara interna de la tibia
inmediatamente por encima del tobillo.
Palpación
Para la palpación del miembro inferior, compárese las
temperaturas de la piel del pie, parte baja de la pierna y muslo. El paciente
tiene que estar en decúbito.
Valorar movimientos de las articulaciones ,reflejos,tríceps, radial, valorar temperatura y humedad de las manos, valoración de la fuerza de la mano.
Reflejo de los cuádriceps, se pide al paciente que se siente
en una silla no muy alta, la percusión del tendón rotuliano provoca la brusca
contracción de los cuádriceps. Reflejo del tríceps sural, se pide al paciente
ponerse de pie con el pie flexionado y se percute el tendón del Aquiles provocando
la contracción del musculo tríceps sural.
Tanto en los miembros superiores como inferiores podemos encontrar 4 pulsos arteriales:
Extremidades superiores:
Pulso axilar:
Eleve el brazo en rotación externa hasta un ángulo de 90°
con la pared torácica. Palpe en el hueco axilar, sobre una línea que va desde
el punto medio de la clavícula a otro situado bajo las inserciones del pectoral
mayor.
Pulso humeral o braquial:
Con el antebrazo del
sujeto ligeramente flexionado sobre el brazo, palpe con los dedos a lo largo
del borde interno del bíceps, sobre el tercio inferior del brazo.
Pulso cubital:
Se palpa en la superficie palmar de la articulación de la
muñeca, por arriba y por fuera del hueso pisiforme.
Pulso radial:
La mano del examinado
se coloca ligeramente inclinada hacia dentro y la mano del observador formando
una pinza con los tres dedos medios en la cara ventral de la muñeca, sobre la
corredera del palmar mayor, y el pulgar colocado en la cara dorsal de la
muñeca.
Extremidades inferiores:
Pulso femoral:
Es fácil de encontrar
a nivel de la ingle, justamente a la altura del ligamento de Poupart o en el
triángulo de Scarpa.
Pulso poplíteo:
Se palpa en la región poplítea. Se encuentra fácilmente
flexionando la pierna sobre el muslo, con el sujeto en decúbito prono.
Pulso tibial
posterior:
Debe ser buscado en el canal retromaleolar interno.
Pulso pedio:
Puede ser localizado en el dorso del pie por fuera del
tendón del extensor propio del 1º dedo. Se utilizarán 2 ó 3 dedos para buscar
el pulso. Puede estar ausente en un 5 a un 10% de casos considerados normales y
por el contrario, se puede hallar un buen pulso pedio en una aterosclerosis.
Mensuración:
En las extremidades inferiores se mide desde la espina
iliaca antero superior hasta el maléolo externo, se mide de forma comparativa
ambas extremidades, pues un desnivel de 1 cm. Puede presentar dolor lumbar,
escoliosis y marcha anormal.
Lesiones de comunes en las extremidades
Signos básicos de inflamación:
Panadizo:
Se trata de una
inflamación supurada aguda limitada a la pulpa de la punta del dedo. La
infección suele llegar a esta región cerrada por una punción o una herida sin
importancia. Las paredes de este espacio son tan resistentes que en su interior
aumenta rápidamente la tensión y el dolor es intenso y pulsátil, sobre todo
cuando el paciente pone el dedo en posición en declive.
Paroniquia:
Consiste en la infección que se inicia en la piel de la uña.
Hay hinchazón y enrojecimiento de la piel alrededor de los lados y la base de
la uña, que tiene color rojo, esta inflamada y es muy dolorosa.
Ántrax de la mano:
Es muy particular y
se caracteriza por presentar un centro necrótico central del cual sale pus por
varias aberturas.Es una infección cutánea por estafilococos formada por una agrupación de
forúnculos con extensión de la infección al tejido subcutáneo.
Abscesos subcutáneos:
Pueden producirse en
el dorso de los dedos o en las bolsas grasas de la cara palmar de los mismos.
Infecciones por mordeduras humanas:
Los microrganismos de
la boca producen infecciones anaerobias pútridas progresivas. A menos que se
descubran y traten de inmediato, una herida sin importancia puede causar
perdida de la mano o del brazo por celulitis anaerobia gangrenosa invasora.
Puede haber signos de linfangitis, y a veces la lesión inicial exuda líquido
pútrido. La piel tiene un tono violáceo peculiar que indica el carácter de la
infección necrosantes que diseca las estructuras.
Tenosinovitis:
las vainas tendinosas
del dedo meñique y del pulgar se hallan casi siempre en relación con las vainas
o bolsas tendinosas que pasan por debajo del ligamento anular hasta un punto
inmediatamente por encima de la articulación de la muñeca. La vaina del dedo
meñique suele comunicar con la bolsa cubital y la del pulgar se continúa con la
vaina radial, de manera que el pus que se halla en una de ellas penetra
fácilmente en la otra. El pus en las vainas tendinosas de los demás dedos,
aunque no están en comunicación directa con los espacios aponeuróticos de la
palma de la mano, puede extenderse a ellos. Las infecciones del dedo índice se
abren en el espacio tenar, las del dedo medio y anular en el espacio palmar
medio.
Infección del espacio palmar medio:
La temperatura suele estar elevada hasta 39.5 o 40c.la palma
de la mano esta muy dolorosa, con la concavidad desaparecida. Los dedos se
mantienen en flexión, pero menos rígida que en caso de infección de la vaina de
los tendones flexores y también hay menos dolor al mover los dedos.
Linfangitis:
El origen de la infección puede o no ser clara o resultar
imposible de determinar, quizá se trate de un arañaso, una ampolla o de una
infección plenamente desarrollada de la mano.
Sindactilia:
Dos o más dedos están
unidos por una membrana, que a veces es muy delgada y otras tienen todo el
espesor de un dedo.
Polidactilia:
Esta anomalía congénita se caracteriza por la presencia de
dedos suplementarios en manos o pies. Tiene tendencia a ser familiar.
Callos:
Es un endurecimiento
adquirido de la piel causado por la presión o fricción prolongada sobre la
misma contra una eminencia ósea. Es común, en la mano, en la cara palmar de la
base de los dedos.
Melanomas:
Estos tumores pueden aparecer en la mano o en el pie como en
cualquier otra localización. A veces se observan en los dedos o por debajo de
las uñas de manos y pies. Aparecen en forma de tumores planos o ligeramente
elevados de color azul negruzco o pardo. El tumor maligno mas frecuente de la
extremidad inferior es el melanocarcinoma.
Contractura de Dupuytren:
Este estado muy particular se caracteriza por la contractura
en flexión del dedo medio o anular, con engrosamiento de la aponeurosis palmar
por encima de los tendones del dedo afectado. La piel acaba presentando arrugas
y surcos a consecuencia del engrosamiento y contractura de la aponeurosis
palmar. Esta afección se observa con mayor frecuencia en pacientes alcohólicos,
con cirrosis hepática y diabetes.
Dedo en martillo:
Esta lesión resulta de una hiperflexión brusca y violenta de
la punta del dedo, como por ejemplo cuando una pelota de beisbol pega en dicha
punta. El tendón extensor se desgarra, de manera que el paciente no puede
extender la última articulación interfalángica.
Contractura isquémica de Volkman:
Una lesión de la extremidad superior puede ir seguida de
contractura deformante en flexión si el riego sanguíneo ha sido dificultado por
edema. Los dedos tienden a estar flexionados, pero pueden extenderse
parcialmente si se flexiona la muñeca. En los casos extremos puede llegar a
producirse “mano en garra”.
Bursitis subacromial:
La bolsa que hay debajo del musculo deltoides esta inflamada
y y puede ser asiento de adherencia y calcificación. La abducción y la rotación
externa del brazo están limitadas. El paciente apenas puede mover el brazo a
nivel de la articulación del hombro
Bursitis del olecranon:
Fácil de reconocer en
forma de hinchazón constante y dolorosa por encima del olecranon.
Codo de tenista:
Se halla a nivel del
epicondilo del humero, pero en realidad esta en la articulación radiohumeral.
Absceso axilar:
Es muy común. La lesión suele ser secundaria a furunculosis.
Puede producirse después de usar depilatorio. En ocasiones, una adenitis axilar
supura y forma un absceso.
Epidermofitosis:
las manifestaciones
mas corrientes de esta enfermedad son tan frecuentes son el engrosamiento de la
piel entre los dedos de los pies, que se vuelve blanca y blanquecina, una
erupción escamosa de la piel y pequeñas vesículas cutáneas profundas. El
síntoma fundamental es el escozor intenso. Son complicaciones frecuentes las
linfangitis las infecciones secundarias
Uña encarnada:
Solo se produce en el dedo gordo del pie, las partes blandas
tienen presión sobre el borde curvo de la uña y se vuelven rojas, hinchadas e
infectadas.
Infecciones del pie:
La mayor parte de infecciones profundas del pie guardan
relación con insuficiencia arterial y cierto grado de gangrena.
Pie forzado o plano:
El dolor se refiere a
la parte interna del pie y es de carácter urgente. El paciente puede quejarse
del dolor en la espalda, la rodilla, causado por la mala posición que suele
acompañar al pie forzado.
Metatarsalgia:
Se caracteriza por colapso del arco transverso, formado por
las cabezas de los metatarsianos. La consecuencia de ello es la compresión de
los nervios plantares, que origina dolores intensos por crisis, que se refieren
a la base del cuarto dedo. Esta afección se presenta con mayor frecuencia en
corredores seguido de las mujeres que usan tacones altos. Muchas veces obliga
al paciente a quitarse el zapato para lograr alivio. La presión transversal
ejercida a nivel del arco transverso desencadena el dolor. El arco longitudinal
puede estar perfectamente normal.
Fractura de esfuerzo:
Suele producirse en
el cuerpo del segundo o tercer metatarsiano, sin antecedente de lesión alguna.
Osteocondritis:
La necrosis aséptica
del escafoides tarsiano o de la cabeza del segundo metatarsiano es una causa
obscura de dolor en el pie.
Verrugas plantares:
Esta lesión dolorosa
se observa en la planta del pie del talón o en la región de las cabezas de los
metatarsianos. Se distingue del callo por su hipersensibilidad y por el hecho
de que el callo puede extirparse fácilmente mientras una verruga dolorosa
penetra profundamente en la piel.
Hallux valgus:
El aspecto
característico consiste en que el dedo gordo del pie esta girado hacia afuera.
Cuando la bolsa que recubre el primer metatarsiano se inflama, dícese que hay
un “juanete hinchado”.
Hallux varus
Enfermedad de Charcot:
Primer signo inseguridad de la articulación, los movimientos
anormales y la hinchazón de la región.
Articulaciones hemofílicas:
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